Al morir el hijo de Manuel García de Carvajal pasaron todas estas propiedades en manos de los padres jesuitas en lo extenso de las dos márgenes del río, más adelante está Orden fue expulsada de los territorios de la corona de España, el teniente coronel Don Juan Flores Campo arrendó dicha finca de la corona de España.
Otros de sus tantos dueños fue Don Diego Power quien compro la hacienda de Huasache de la junta de temporalidades, el 8 de noviembre de 1771.
Él ultimo dueño o quizás el más conocido fue Juan Crisostomo Goyeneche y Aguerreverre, natural de Iturria en el valle de Bastán, capitán del ejercito y sargento mayor de la milicia de Arequipa , se casó con Doña Maria Josefa de la Barreda y Benavides, compro este fundo desde el antiguo molino hasta la actual carretera paisajista el 10 de mayo de 1785 de su mismo apoderado. Reconstruyo un regia mansión que servia como Palacio de campo de Don José de Sebastián Goyeneche y Barreda hijo del anterior y mayorazgo, donde concurrian los dignatarios eclesiásticos y los dirigentes de la política de esa época, en honor al Obispo está finca fue fundad como “El palacio de Goyeneche”.
En el año de 1945 la célula parlamentaria aprista presento un proyecto de expropiación de todas las tierras de la familia Goyeneche en Arequipa y que estas pasarán a sus arrendatarios. Es asi como los sobrinos y herederos del Obispo hicieron una rápida loticiación de las tierras agrícolas guardando el palacio para el ultimo momento y como nadie quiso cómpralo lo vendió al anterior arrendatario en 20 000 00 por cuanto este había comprado tierra aledañas, no teniendo los medios económicos suficientes mantuvo cerrado y desocupado el local, que los terremotos de 1 958 y 1960 dañaron suficientemente.
De la construcción primitiva de este palacio antes de 1700 ya no queda nada ya que estando Arequipa en una zona sísmica tuvo que soportar diversos sismos, Don Juan Domingo Zamácola y Jáuregui nos cuenta que el famoso terremoto del 22 de enero de 1582 arruino toda la fachada hasta donde habían trabajado y edificado los pobladores del lugar, aún no habían terminado de reparar los daños cuando se produjo la erupción del Huaynaputina el 17 de enero de 1600, en el que quedaron enterradas los sembrios, los caminos reales y calles de la ciudad.
En el año de 1784 se produjo otro sismo que debilito las bóvedas y las paredes del palacio como sucedio el 2 de febrero de 1791, cayéndose el corredor grande y el techo en donde esa entonces su propietario Don Juan Crisostomo Goyeneche y Aguerreverre, mando a reedificarlos.
Fue un desembolso tan considerable que el señor Goyeneche mando para después la reparación de la Iglesia para mucho más tarde y el de la fachada para mucho más después.
El terremoto de 13 de agosto de 1868 nuevamente azoto el valle de Socabaya, causando menos daños considerables en las bóvedas recientemente construidas, el ala de la cocina y las habitaciones quedaron destruidas.
Los descendientes del señor Goyeneche posteriormente estuvieron rehabilitando y mejorar el palacio hasta 1990 a partir desde ese año el inmueble quedo cerrado y a merced del tiempo.
Los chilenos entraron tarde a la ciudad por la fama que poseía la ciudad de Arequipa de revolucionaria, estableciéndose alrededor de ella, en ese tiempo el palacio seguía siendo llamado “Palacio Goyeneche”, en la guerra con Chile un soldado dibujo en el interior de la Alacena un Roto del batallón Nº 2 y en la puerta como un guardián un marinero.
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